Caso Ronaldinho

El tema Ronaldinho es un ejemplo claro de lo que la prensa es capaz de hacer. ¿Alguien se ha planteado qué hubiera pasado si la prensa deportiva hubiera apoyado al jugador en lugar de atacarlo? Quizá ahora Ronaldinho ya estaría en plena forma y habría recuperado esa confianza en sí mismo que tantas alegrías nos ha dado. No ha habido día que no haya sonado en todas las noticias, tertulias, etc.

Ha estado 28 días fuera del equipo pero ha seguido siendo noticia. Primero, se dudó de su lesión, después se le quería vender a cualquier precio porque era un vago. Más tarde, aparecieron unas imágenes de un entrenamiento suyo en el que iba arrastrando los pies por el campo. ¿Alguien se paró a pensar que esas imágenes podían ser del final del entreno y por eso iba andando? A partir de ese momento, volvieron los ataques a su profesionalidad y compromiso con el equipo. Pero duró poco. Otras imágenes de un entreno a los pocos días en el que se le veía trabajar duro hicieron callar a todos aquellos que lo habían criticado por no trabajar. Centrémonos un poco, analicemos bien todo lo que le ha pasado a este jugador. Es un hecho que no es el mismo que hace dos temporadas, eso sí es indiscutible. Pero nadie (excepto el propio jugador) conoce las verdaderas razones de ese bajón físico. Todos podemos encontrarle una explicación: sus fans dirán que lo hemos maltratado, que en el Barça no saben tratar a los cracks, etc.; sus detractores lo tildarán de poco profesional y de vago.

Ahora vuelve al equipo. Algunos han tardado poco en volverle a criticar. En sus primeros quince minutos ante el Villarreal se dijo de él que no había aportado nada al equipo. En sus quince minutos siguientes ante el Osasuna se dijo lo mismo. Se criticó también en su día a Frank Rijkaard por tratarle como una estrella, ya que eso podía conllevar problemas de vestuario. Ahora lo está tratando como uno más. Lo está incluyendo poco a poco en el equipo, como haría con Messi, Milito o Eto'o. Y eso también se critica. No se puede criticar todo.