Suma y sigue

Otra victoria más para los azulgrana que continúan imparables en la Liga y mantienen los cinco puntos de ventaja respecto al Real Madrid. Esta vez fue el Sporting de Gijón quien sufrió el apabullante juego del Barça aunque sólo recibió el gol de Pedro (0-1).

Manolo Preciado ya avisó que no plantearía un partido "suicida" y no avanzaría demasiado sus líneas para presionar la salida del balón desde la defensa culé. Así lo hicieron los esportinguistas y Piqué y Márquez gozaron de más libertad que en los últimos encuentros para sacar la pelota jugada desde atrás. Sin Alves, lesionado, y sin Keita, sancionado por acumulación de tarjetas, Puyol tuvo que ejercer de lateral derecho, Márquez ocupó el puesto de central y Xavi, Iniesta y Busquets fueron los elegidos por Guardiola para apoderarse del centro del campo. En la delantera, sorprendió la entrada de Pedro en sustitución de Henry que vio todo el partido desde el banquillo. Poco tardaron los azulgrana en sentirse cómodos sobre el terreno de juego ante un rival muy bien colocado atrás que poco podía hacer ante las embestidas del Barça. El gol se intuía cada vez más cerca tras sendas ocasiones de Ibrahimovic e Iniesta, pero fue Pedro, una vez más, quien abrió el marcador. Una falta sobre Ibra en terreno propio, la sirvió rápidamente Messi para Iniesta que se la dio Pedro quien ganó en velocidad a Gregory y batió por bajo a Juan Pablo. Era el minuto 29 y el canario volvía a marcar la diferencia. No quedaron satisfechos los de Guardiola con el tanto y continuaron acosando la portería del guardameta leonés sin suerte.

El Barça salió algo más relajado en el segundo tiempo y parecía esperar el momento justo para cerrar el partido, pero no pudo hacerlo pese a que el mismo Pedro, Messi e Ibra tuvieron clarísimas ocasiones. Con el paso de los minutos y sin la sentencia culé, creció la fe de los asturianos que se acercaron con peligro a la portería de Valdés, tan inspirado como siempre. Los últimos minutos fueron más intensos con un Sporting decidido a buscar el empate y un Barça al contraataque. La defensa azulgrana volvió a mostrar su solidez y el Barça sacó tres puntos más gracias a Pedro, determinante de nuevo, que lleva ya 15 goles esta temporada. Con esta victoria, el Barça sigue siendo el líder destacado de la clasificación liguera, competición en la que nadie ha conseguido derrotarle.

Invictos

El Barça consigue por primera vez acabar invicto la primera vuelta de la Liga con un cómodo triunfo sobre el Valladolid (0-3) en un partido en el que Valdés se mostró intratable, Dani Alves tuvo una actuación estratosférica y Messi se colocó como pichichi en solitario.

El Valladolid presentó un sistema muy valiente para tratar de parar a los de Guardiola. Con gran presión en la salida del balón, los de Mendilíbar mostraron que no iban a cerrarse atrás como hacen muchos otros equipos. Y no parecían estar equivocados los vallisoletanos pero no contaron con un Valdés que se ganó, una vez más, un reconocimiento mayor a su calidad. El guardameta se erigió como un gran muro, insalvable para Diego Costa que lo intentó en varias ocasiones. Pero la buena estrategia de los locales dejaba la banda derecha del Barça totalmente libre y lo pagaron muy caro. Dani Alves siempre es peligroso en las jugadas de ataque pero el sábado estuvo especialmente inspirado. De una gran carrera suya nació el gol de Xavi que remató acrobáticamente el centro perfecto del brasileño. Sólo un minuto después otra galopada del lateral azulgrana terminó perforando la portería de Villar con un centro-chut espectacular. Los dos tantos dejaron al Valladolid totalmente fuera del partido antes de la media parte.

Los de Mendilíbar salieron con las mismas ganas que al inicio en el segundo tiempo pero el Barça se mostró inconformista y no cesó en buscar el tercer gol con un Henry más participativo y un Ibrahimovic negado de cara a gol pero muy participativo en el juego colectivo. De sus pies nació la asistencia letal a Messi para que el argentino cerrara el encuentro (min. 57). El Valladolid notaba cada vez más el cansancio y los azulgrana pudieron ampliar la diferencia en el marcador con ocasiones de Messi, Henry e Ibra. Con el partido decidido, Guardiola pudo dar unos minutos a Milito, Chygrynskiy y Bojan.

El Barça termina invicto, líder de la competición con cinco puntos de ventaja, con Messi como pichichi y con un fútbol que sigue enamorando a los aficionados al deporte rey. Una primera vuelta de lujo.

Guardiola renueva por una temporada... de palabra

Pep Guardiola seguirá dirigiendo al FC Barcelona la próxima temporada. Así lo ha anunciado este mediodía en rueda de prensa Joan Laporta acompañado del técnico y de Txiki Begiristain.

Se pone fin así al eterno debate de la continuidad o no del entrenador catalán que finalizaba contrato esta temporada. La presión ejercida por diferentes medios de comunicación y por el entorno culé ha precipitado la decisión del club para no interferir más en la dinámica deportiva del equipo. En palabras del propio Pep: "no era plan que el presidente o los jugadores tuvieran que salir contínuamente a hablar de mi renovación", aunque el míster hubiera preferido "esperar a final de temporada" para anunciar su decisión. De todos modos, Guardiola simplemente ha dado su palabra ya que no quiere firmar su nuevo contrato hasta que no haya un nuevo presidente y poder pactar así con él las claves de su renovación: "creo que es muy bueno que el nuevo presidente sepa cómo lo veo y que me haga saber cómo lo ve él". Además, el de Santpedor se reafirma de nuevo en su filosofía de no alargar sus contratos: "el entrenador del Barcelona tiene que renovar por tiempos cortos".

Hoy ya pueden respirar tranquilos los seguidores azulgrana. La palabra de Pep es suficiente para creer sin ningún atisbo de duda que seguirá sentado en el banquillo la próxima temporada y esto no es nada habitual en el fútbol actual. El de Santpedor, coherente como pocos, no quiere que el próximo presidente del club se encuentre con un contrato con el que no esté de acuerdo y es por eso que esperará a firmarlo a que terminen las elecciones y pueda mantener una larga conversación con el que será el máximo dirigente del club. Elegante como siempre, discreto pero muy claro en la rueda de prensa, humilde, correcto y, sobretodo, muy preocupado por priorizar el equipo por encima de cualquier otra cosa, Guardiola ha tenido que anunciar su decisión mucho antes de lo que hubiera deseado. Pero lo ha hecho a su manera, dando su palabra y esperando que "mi palabra sea suficiente" aunque asegura que "en cuatro meses puede pasar de todo y en esa situación será mejor que, con tranquilidad, si el club sigue teniendo la percepción que tiene ahora, decida y yo estaré encantado de continuar". El entrenador quiere cerciorarse antes de rubricar su nuevo contrato de quién formará parte del nuevo proyecto institucional del club, cuál será su funcionamiento y si el nuevo presidente le quiere a él como máximo responsable del primer equipo.

Pep ha renovado sí, pero no ha firmado. Logra así romper la presión que ha tenido que aguantar todo el equipo los últimos días sin faltar a sus principios y cuidando mucho las formas. Inteligente y genial, como siempre.

Golpe de autoridad

El Barça logra un abultado triunfo ante el Sevilla (4-0) en una jornada redonda para los azulgrana que se ponen a 5 puntos del Real Madrid tras la derrota de los merengues en San Mamés (1-0) y en la que Leo Messi consiguió su gol nº100 con el Barça.

Salieron con muchas ganas los de Guardiola para tratar de resarcirse de la eliminación copera y brindar a sus aficionados un gran espectáculo futbolístico. Con la misma alineación que el pasado miércoles, con la única excepción de Valdés en lugar de Pinto, el encuentro resultó ser la continuación de la segunda parte de la vuelta de los octavos de final pero esta vez sí entraron los goles. Bajo una persistente lluvia, los azulgrana controlaron el ritmo del partido y a los cinco minutos ya avisaron a los sevillistas con un pase interior perfecto de Iniesta a Henry que ni el francés ni Ibrahimovic pudieron aprovechar. El espectáculo estaba servido, los andaluces mermados por las bajas poco podían hacer ante la avalancha de fútbol que se les venía encima. Los de Guardiola lograron un juego bastante fluido en el centro del campo y podían sacar con facilidad el balón pero las llegadas al área rival eran más bien escasas. Además, Palop tuvo otra de sus inspiradas noches y evitó varias ocasiones claras de Messi, Puyol y Henry. Los de Manolo Jiménez tuvieron dos peligrosas aproximaciones a la portería de Valdés justo antes del descanso.

En la segunda parte una jugada afortunada dio el primer tanto a los azulgrana gracias a un autogol de Escudé tras un remate de Gerard Piqué (min. 49). A partir de aquí, los de Guardiola buscaron una y otra vez sentenciar el partido con sendas ocasiones de Henry y Messi y un gol anulado a Ibra por fuera de juego. El Sevilla trataba de remontar el encuentro con jugadas al contraataque pero la defensa azulgrana no cedió en ningún momento. Fue Pedro, que había entrado en sustitución de un cansado Henry, quien aprovechó un magistral pase de Xavi y logró batir a Palop con un suave toque por encima del guardameta sevillista (min. 70).

El partido estaba ya decidido pero con el juego desplegado por los azulgrana, el 2-0 era un resultado demasiado corto y todos esperaban que Messi lograra su gol oficial número 100. Y una vez más, el argentino no decepcionó. En el minuto 84 la "Pulga" consiguió engañar a Palop y perforar su portería con un chut cruzado. Pero Leo no había terminado aún con el portero sevillista que le había amargado los dos partidos anteriores y volvió a batirle tras pase de Abidal en el minuto 90.

Con este resultado, el Barça consigue el título honorífico de campeón de invierno y demuestra, una vez más, que sigue siendo el mejor equipo de la liga española con cinco puntos de ventaja sobre el Real Madrid que así lo acreditan.

Caen con todos los honores

El FC Barcelona se despide de la Copa del Rey pese a ganar en el Sanchez Pizjuán (0-1). La victoria no es suficiente para superar la eliminatoria, pero los azulgrana lucharon hasta el último minuto y merecieron más.

Guardiola sacó su once de gala (con Pinto en la portería) para tratar de remontar el 1-2 de la ida en el Camp Nou pero el estado del césped, perjudicado por las intensas lluvias caídas en tierras andaluzas, y un rival muy bien colocado en el campo no se lo han permitido. Los de Manolo Jiménez han apostado por una estrategia valiente, presionando muy arriba la salida del balón. Un gran Navas llevó de cabeza al inicio a la defensa culé con sus peligrosas internadas y Pinto tuvo que lucirse más de una vez para evitar el gol hispalense y Puyol estuvo inmenso en su puesto. Poco a poco, el Barça iba encontrando su fútbol pese a la solidez de su rival y avisaba en la portería de Palop con un peligroso chut de Henry. Pocos minutos después, Pinto arriesgó demasiado y quiso driblar a su rival fuera del área y casi se lleva un gran susto, pero el colegiado Clos Gómez consideró falta la acción del jugador sevillista. Ibrahimovic tuvo la ocasión más clara de los culés con un balón que le llegó al segundo palo que no consiguió rematar con la calidad que le caracteriza. Los de Guardiola lo intentaban cada vez más pero el Sevilla logró detener cualquier peligro. Llegó el descanso con el empate inicial y con la necesidad azulgrana de perforar la portería de Palop en la segunda mitad.

Con esa intención salieron en la segunda parte, con un Iniesta decidido a dar espectáculo al lado de Messi, desesperado por batir al guardameta. El dominio azulgrana era cada vez más evidente ante los nervios de los sevillistas que sufrían por mantener el empate, con un inmenso Palop a la cabeza. La llegada del gol era cuestión de tiempo y lo anotó Xavi en el 64 con un chut desde fuera del área lejos del alcance del portero sevillista. La remontada era más que posible y el partido se convirtió en un monológo azulgrana. Sólo Palop o el palo conseguieron detener cada una de las ocasiones del Barça, especialmente las de Messi que buscaba incesantemente que su gol número 100 sirviera para llegar a octavos. Pero esta vez no fue posible y los azulgrana se quedan fuera de la Copa con orgullo y con la cabeza bien alta.

La primera eliminación de la era Guardiola tenía que llegar tarde o temprano y ahora que ya está aquí, queda el consuelo de ver un equipo luchador, ganador hasta el final y siempre fiel a su estilo, una de la claves de los éxitos conseguidos la temporada pasada.

Se acabaron las dudas

El Barça consigue su primera victoria del año con una manita ante el el Tenerife (0-5), con hat-trick de Messi, que le reafirma en el liderato de la Liga.

No empezaron nada bien los de Guardiola que salieron al terreno de juego totalmente descentrados. Los jugadores del Tenerife tuvieron el control del partido la primera media hora y contaron con numerosas ocasiones para adelantarse en el marcador gracias al desroden de. Los últimos resultados hacían presagiar un partido para olvidar, pero Valdés unas veces y la mala puntería de los tinerfeños otras, salvaron lo que podía haber sido un desenlace fatal para los azulgrana que parecían no encontrar su ritmo habitual.

Y cuando peor estaba el Barça apareció la conexión Bojan-Messi. El de Linyola consiguió zafarse de su marcador y asistir a Messi que batió sin problemas a Aragoneses (min. 36). El tanto volvió a poner las cosas en su lugar, el Barcelona recuperó la confianza en su juego y los tinerfeños vieron rotas sus ilusiones cuando, al filo del descanso, Puyol cabeceó una jugada a balón parado y sólo un minuto después Messi aprovechaba de nuevo otro pase de Bojan tras una excelente jugada de Iniesta.

Tras la media parte y con un Tenerife abatido, el Barcelona pudo jugar a placer y buscar la goleada. Poco podían hacer los de Oltra ante el juego desplegado por los azulgrana con un Messi hambriento de más goles pese a su doblete, un Bojan realmente inspirado, un Henry muy activo y un Iniesta como el de la temporada pasada. Ya en el 75 Messi volvió a aparecer para lograr su triplete particular con un toque ejemplar que coló el balón por toda la escuadra. A los aficionados locales ya sólo les quedaba un aliciente: ver a Pedro en el terreno de juego. Guardiola, que no lo había alineado como titular, decidió darle unos minutos en su tierra natal y ante unos emocionados padres que lo vivían intensamente desde la grada. Y fue Pedro quien cerró el marcador, con la inestimable ayuda del defensa Luna (min. 87) y confirmaba así la plena recuperación del Barça.