El FC Barcelona consigue un empate en Lyon en un partido con dos tiempos muy diferenciados en los que los azulgrana volvieron a mostrar su peor cara ante un Olympique muy enchufado (1-1). Henry logró igualar el tanto de Juninho (minuto 7) tras una jugada ensayada. La eliminatoria se decidirá el 11 de marzo en el Camp Nou.
Los de Guardiola protagonizaron ayer una primera parte para olvidar. Los franceses salieron a comerse la hierba y los azulgrana no encontraban su juego. Casi sin darse cuenta, el partido se les complicó cuando Juninho lanzó una falta escorada y lejana con una perfecta parábola que dejó en evidencia a Valdés. Minuto siete de partido y el marcador en contra. El Barça parecía no reaccionar, mientras el Lyon se animaba cada vez más y mostraba su peligro al contraataque. A punto estuvo Benzema de situar el 2-0 pero Valdés reaccionó a tiempo y sacó una mano prodigiosa. Fueron 20 minutos de nervios y descontrol en los que los franceses tenían el absoluto control del balón ante un equipo irreconocible. Sólo al final, quizá por el desgaste físico del Lyon, los azulgrana consiguieron trenzar algunas jugadas y dar pequeñas muestras de una posible reacción, aunque sin lograr grandes ocasiones de peligro.En el segundo tiempo, los de Guardiola recuperaron parte de su identidad y consiguieron llevar el partido donde más les gusta: al control del balón en el centro del campo, a la rapidez en los pases, a la movilidad arriba... pero el encuentro era complicado y el juego se detenía a menudo por las constantes faltas. La estrategia volvio a funcionar en el equipo culé y, tras un córner servido por Xavi, Márquez peinó el balón al primer palo y Henry remató a placer perforando la portería de Lloris. Era un gol importante, un tanto que puede decidir la eliminatoria. Con un Benzema desconocido, los franceses se fueron apagando ante la rápida circulación de balón de los azulgrana. Los de Guardiola supieron aguantar un marcador que les beneficia de cara al partido de vuelta en el Camp Nou.
Poco más dio de sí el encuentro. Al final, el Barça se marchó de Lyon con un buen resultado que les permite ser optimistas. Pero no hay que fiarse, los tres últimos partidos del Barça demuestran que necesitan estar totalmente concentrados para conseguir la victoria. Un toque más de atención que les debe servir para recuperar la frescura y la presión que tanto les caracteriza. Aún no hay razones para preocuparse, pero hay que estar muy atentos.

Guardiola dio entrada a Busquets sacrificando un delantero (Henry) para tratar de tener la posesión de balón y aguantar el empate el máximo de minutos posible. Pero De La Peña completamente solo por un error defensivo del Barça, remató de cabeza un buen centro de Nené y consiguió el primer tanto españolista. Los azulgrana, con el marcador en contra, se fueron diluyendo. Y todo empeoró aún más cuando, sólo cinco minutos después, un clamoroso error de Valdés que regaló el balón a "Lo Pelat" propició el segundo gol. El Fc Barcelona estaba hundido y el Español tenía el partido que quería. Sin juego, con constantes "lesiones", con pérdidas de tiempo,... los de Pochettino decidieron que la mejor manera de mantener el resultado era no jugando a fútbol. Y lo consiguieron, con el beneplácito de Delgado Ferreiro que insistía en ser protagonista mostrando tarjetas a diestro y siniestro, comiéndose un claro codazo de Luis García a Puyol que hubiera significado su expulsión y permitiendo el "teatro" de los blanquiazules cada vez que caían al suelo. Todas estas incidencias en el juego les desquiciaban cada vez más y pudieron con los jugadores culés. Aún así, trataban de buscar la portería de Kameni y fue Touré quien logró el gol azulgrana con un zurdazo imparable. Ante la posibilidad de la remontada, Guardiola sorprendió a todos y sustituyó a Eto'o por Gudjohnsen, colocando a Busquets de nueve, como referencia de ataque. Tampoco funcionó.
Los azulgrana no conseguieron jugar, simplemente jugar a fútbol. No es tan extraño intentarlo, debería ser lo normal. Pero para el Español lo más lógico es dejar pasar los minutos de todas las maneras posibles, aunque así se pierda la esencia del deporte. Para los blanquiazules, el fin justifica los medios y ellos, 27 años después, lograron llevarse los tres puntos que tanto necesitaban y quitárselos a su máximo rival. Los de Pochettino salieron eufóricos del Camp Nou, los de Guardiola en cambio, salieron indignados por la actitud de sus rivales (árbitro aparte) porque el fútbol es juego y sin juego no hay fútbol. Y mientras los colegiados continúen permitiendo las pérdidas de tiempo y favoreciendo a los que no quieren jugar, el fútbol dejará de ser lo que es. Como dijo Xavi Hernández al término del encuentro: "hemos jugado un cuarto de hora de tiempo efectivo por bando y eso no se puede permitir; han perdido mucho tiempo y es una pena no ver fútbol". Pues eso, una pena.
El FC Barcelona quiso solucionar el encuentro en la segunda parte y Guardiola hizo entrar a Henry y Messi en sustitución de Keita y Hleb, que sigue sin convencer. Pero tampoco Messi estaba inspirado y no se vieron sus habituales internadas imposibles ante toda la defensa rival, aunque el argentino sí conseguía acaparar la atención de los béticos dejándo así más espacio para Eto'o y compañía. Los azulgrana buscaban sus oportunidades por la banda derecha de Henry que, junto a Piqué, hizo lucirse en más de una ocasión al guardameta Ricardo, uno de los protagonistas del encuentro. Valdés también fue decisivo en un uno contra uno con Oliveira que desaprovechó la oportunidad más clara de los béticos para ampliar su ventaja en el marcador. La persistencia culé, con más de 20 tiros a puerta, tuvo su premio cuando Eto'o, tras convencer a Guardiola de que si jugaba en el centro de la línea de ataque sería más útil al equipo, logró el gol del empate con un tiro imparable después de deshacerse de dos rivales.
Empate muy trabajado de los azulgrana que, pese a dejarse dos puntos, continúa con una clara ventaja de 10 puntos sobre el Real Madrid. Es el tercer empate que cede el FC Barcelona en esta Liga y el cuarto partido que no gana en todo el campeonato. No es grave, no hay crisis ni nervios ni presión alguna. El equipo es el de siempre, con la calidad de siempre y las ganas de siempre. Nada cambia, el Barça sigue siendo el favorito y el que mejor fútbol despliega. Aunque siempre habrá quien no quiera verlo...
