Pep Guardiola seguirá dirigiendo al FC Barcelona la próxima temporada. Así lo ha anunciado este mediodía en rueda de prensa Joan Laporta acompañado del técnico y de Txiki Begiristain.
Se pone fin así al eterno debate de la continuidad o no del entrenador catalán que finalizaba contrato esta temporada. La presión ejercida por diferentes medios de comunicación y por el entorno culé ha precipitado la decisión del club para no interferir más en la dinámica deportiva del equipo. En palabras del propio Pep: "no era plan que el presidente o los jugadores tuvieran que salir contínuamente a hablar de mi renovación", aunque el míster hubiera preferido "esperar a final de temporada" para anunciar su decisión. De todos modos, Guardiola simplemente ha dado su palabra ya que no quiere firmar su nuevo contrato hasta que no haya un nuevo presidente y poder pactar así con él las claves de su renovación: "creo que es muy bueno que el nuevo presidente sepa cómo lo veo y que me haga saber cómo lo ve él". Además, el de Santpedor se reafirma de nuevo en su filosofía de no alargar sus contratos: "el entrenador del Barcelona tiene que renovar por tiempos cortos".
Hoy ya pueden respirar tranquilos los seguidores azulgrana. La palabra de Pep es suficiente para creer sin ningún atisbo de duda que seguirá sentado en el banquillo la próxima temporada y esto no es nada habitual en el fútbol actual. El de Santpedor, coherente como pocos, no quiere que el próximo presidente del club se encuentre con un contrato con el que no esté de acuerdo y es por eso que esperará a firmarlo a que terminen las elecciones y pueda mantener una larga conversación con el que será el máximo dirigente del club. Elegante como siempre, discreto pero muy claro en la rueda de prensa, humilde, correcto y, sobretodo, muy preocupado por priorizar el equipo por encima de cualquier otra cosa, Guardiola ha tenido que anunciar su decisión mucho antes de lo que hubiera deseado. Pero lo ha hecho a su manera, dando su palabra y esperando que "mi palabra sea suficiente" aunque asegura que "en cuatro meses puede pasar de todo y en esa situación será mejor que, con tranquilidad, si el club sigue teniendo la percepción que tiene ahora, decida y yo estaré encantado de continuar". El entrenador quiere cerciorarse antes de rubricar su nuevo contrato de quién formará parte del nuevo proyecto institucional del club, cuál será su funcionamiento y si el nuevo presidente le quiere a él como máximo responsable del primer equipo.Pep ha renovado sí, pero no ha firmado. Logra así romper la presión que ha tenido que aguantar todo el equipo los últimos días sin faltar a sus principios y cuidando mucho las formas. Inteligente y genial, como siempre.
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