miércoles, 24 de febrero de 2010

Empate muy sufrido y muy valioso

Algo extraño pasó sobre el campo ayer. La primera parte fue para olvidar, la peor sin duda de la era Guardiola. Nadie parecía estar centrado, los balones se perdían con sorprendente facilidad, los pases sencillos no eran precisos, la presión al rival no existía... un Barça totalmente desconocido. Afortunadamente, el resultado final es positivo para los azulgrana (1-1) que deberán resolver la eliminatoria en el Camp Nou el próximo 17 de marzo.

Los de Guardiola se perdían en ataque y el Stuttgart se mostraba muy peligroso ante la portería de Valdés. Los alemanes, muy crecidos, pusieron en serias dificultadas a la defensa en jugadas al contragolpe. Iban a por todas y lograron el primer gol en el minuto 25 con un remate de cabeza de un inspirado Cacau. Pero no se conformaron y continuaron acechando al equipo catalán. A punto estuvieron en dos ocasiones de ampliar la diferencia, otra vez Cacau, pero Valdés y Piqué lograron evitarlo. La agresividad e intensidad de los de Christian Gross sorprendió a los culés que no reaccionaron hasta el minuto 39 en el que Leo Messi envió un balón al palo tras uno de sus habituales esláloms. El Barça parecía recuperarse pero llegó el descanso, quince minutos de oro para que el equipo se concienciara que debía reactivarse y centrarse en el juego.

Algo debió pasar en el vestuario porque la seguna parte fue otra historia. Aunque tampoco se mostró un juego espectacular, la actitud había cambiado radicalmente. En la mente de todos estaba la necesidad de marcar el gol del empate, tan importante en este tipo de eliminatorias. Y apareció el 9 del Barça que, tras un balón descolgado por Piqué, chutó contra el cuerpo de Lehmann y aprovechó el rechace del guardameta para poner el 1-1 en el marcador. Un gol de oro que daba tranquilidad a los barcelonistas. Y se notó en el campo. El Barça recuperó el control y el ritmo y la circulación del balón que llevó de cabeza al Stuttgart. Sin la presión por marcar fuera de casa, los de Guardiola se centraron y buscaron el tanto de la victoria que a punto estuvo de conseguir Ibra, pero el árbitro no vio como el brazo de Molinaro evitaba que el balón se colara en la portería. Es cierto que el sueco también controló la pelota de forma ilegal, pero el colegiado Bjorn Kuipers no vio ni una cosa ni otra. Con los alemanes notablemente desgastados físicamente, el Barcelona mostró algo más su juego habitual pero sin grandes ocasiones de peligro para rematar el encuentro.
El empate a uno deja la eliminatoria bastante favorable al FC Barcelona pero deberá salir mucho más centrado en el Camp Nou y mejorar notablemente su juego ante la estrategia agresiva y muy física de los alemanes. Quedan 90 minutos. Y se jugarán en casa. No se admiten fallos, no habrá otra oportunidad. En tres semanas, el vigente campeón deberá demostrar su superioridad y pasar a cuartos de final sin problemas. Ya lo hizo la temporada pasada tras el mismo resultado ante el Lyon y resolviendo con autoridad en el partido de vuelta. Pueden volver a hacerlo. Tienen que volver a hacerlo.

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