lunes, 15 de febrero de 2010

Otra vez el Calderón

La maldición del Vicente Calderón parece no tener fin para el Barça. Este año, de nuevo, una dolorosa derrota (3-1) ante un Atlético de Madrid que, como de costumbre, mostró su mejor cara y logró el partido abierto que tan bien les funciona a los colchoneros. Los de Guardiola no supieron jugar tras el balón y vieron como los de Quique Sánchez Flores se llevaban los tres puntos y rompían así su imbatibilidad en Liga.
Poco, muy poco tiempo fue necesario para darse cuenta de que el partido no sería nada fácil. Ya en el minuto 2, Keita tenía que ser sustituido por Pedro debido a una inoportuna lesión muscular. Esto trastocó completamente a los azulgrana que no supieron mantener la posición y controlar el balón en el centro del campo con un Xavi totalmente desconocido. Sólo cinco minutos después, tras una gran jugada de Reyes y aprovechando la posición tan avanzada de la defensa culé, con Jeffren como lateral derecho, Forlán lograba el primer gol. El Barça no se encontraba a sí mismo y el Atlético estaba cargado de moral, agresivo y con una gran fe en sí mismo. Con este panorama, se veía venir el segundo gol. Y no tardó en llegar: fue en el minuto 22 gracias a un fantástico tanto de falta de Simao, imparable para Valdés. Los de Guardiola tenían que reaccionar si no querían recibir una abultada derrota. Apareció Ibrahimovic en el 26' para rematar un córner y acortar distancias. No había transcurrido ni media hora de juego y ya se habían marcado tres goles. Todo iba muy rápido, demasiado para el Barça. El partido se convirtió en constantes idas y venidas de un área a otra y los azulgrana no se sienten nada cómodos con un juego de estas características.

El segundo tiempo fue más de lo mismo, aunque el Barça consiguió encontrar espacios y construir jugadas peligrosas pero los colchoneros hicieron lucirse a Valdés en más de una ocasión al contraataque. Guardiola buscaba soluciones: en el minuto 78 sustituyó a Xavi, con molestias, por Bojan con la intención de sumar efectivos en ataque pero tampoco fue la solución. Pese a las numerosas ocasiones en ambas áreas, el marcador no se movió desde el minuto 30 de la primera parte y el Barça se fue de vacío de Madrid.


Tarde o temprano tenía que pasar, ya lo avisó Pep en una de sus ruedas de prensa. Y la primera derrota en Liga ya ha llegado. Ahora sólo dos puntos de ventaja separan al Barcelona de su insistente perseguidor, el Real Madrid. Habrá que recuperar el orden defensivo, la precisión en los pases, el control del balón... en definitiva, la esencia de este equipo. Sólo es una derrota, un aviso... y que se quede en eso.

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