domingo, 28 de febrero de 2010

Esto ya se parece más al Barça

Ante el Málaga en el Camp Nou, el equipo de Guardiola consiguió una sufrida victoria (2-1), recuperó viejas sensaciones y mostró un juego mucho más cercano al que le llevó a la gloria el año pasado.

No se lo puso fácil Muñiz Fernández a los azulgrana planteando una estrategia totalmente defensiva que, en ciertas fases del encuentro, dificultó la salida del balón desde la zaga culé. Guardiola, por su parte, volvió a dejar a Henry en el banquillo y Pedro y Alves, que regresaba tras su lesión, volvían al once titular. En los primeros minutos ya se intuía que ese Barça no era el mismo que salió al campo en Stuttgart y que el cambio táctico que ideó el técnico azulgrana, con Messi por detrás de Ibrahimovic para crear un mejor enlace entre el centro del campo y la delantera, iba a dar sus frutos, aunque al Barça le faltaba acabar las jugadas de ataque. La primera ocasión llegó en el minuto 20 con un amenzante disparo de Messi. El argentino se mostró muy activo y participativo en el juego y ofreció grandes jugadas a su afición, librándose con técnica y velocidad de todos sus marcadores y volviendo loca a la defensa malagueña. El encuentro era un ataque constante del Barça que, pese a jugar la mayor parte del tiempo cerca del área rival, no lograba perforar la portería de Munúa. El Málaga sólo confiaba en la salida al contraataque para sorprender a la defensa culé y tratar de superar a Valdés que, de nuevo, tuvo una actuación más que correcta a lo largo de todo el partido: salvó la primera ocasión fruto de un chut de falta de Duda. El centro del campo del equipo catalán también recuperó su esencia y tanto Xavi como Iniesta se mostraron mucho más precisos que en los últimos encuentros y cuando Xavi es Xavi, el Barça es más el Barça. Dos sombreros, un taconazo y un remate acrobático que casi se convierte en el primer gol son algunas de las maravillas que nos dejó el de Terrassa en una nueva actuación sublime. Era cuestión de tiempo que llegara el primer gol pero, tras los primeros cuarenta y cinco minutos, el marcador reflejaba un empate a cero que no plasmaba lo que se había visto sobre el terreno de juego.

El segundo tiempo empezó de la misma manera que había terminado el primero. El Barcelona tenía el control absoluto del balón y el Málaga esperaba cerrado atrás su oportunidad para avanzar al contraataque. El asedio culé era total pero los de Muñiz Fernández mantenían muy bien sus posiciones defensivas y tanto Munúa como la zaga malaguista evitaban una y otra vez el primer gol azulgrana. Y apareció Pedro con su impresionante racha goleadora para inaugurar el marcador con un imponente chut desde fuera del área ante el que nada pudo hacer guardameta rival (minuto 68). Parecía tranquilizarse el partido pero el Málaga estiró sus líneas en busca del empate y el Barça se relajó ligeramente, y así, en una buena asociación entre Obinna y Valdo, llegó el gol del empate. Quedaban 10 minutos para el final y la afición se temió lo peor. El liderato estaba en juego y el Barça tenía que reaccionar si no quería verse relegado a la segunda posición del campeonato. Y lo hizo. Una magnífica jugada colectiva: una gran asistencia de Xavi, que pasó por en medio de la defensa malaguista, permitió a Alves servirle en bandeja el gol de la victoria a Leo Messi. Era el minuto 83, sólo tres minutos tardó el equipo de Guardiola en deshacer el empate y poner fin a un complicadísimo partido que supo sacar adelante luchando hasta el final. Tres puntos importantísimos que le mantienen al frente de la Liga Española.

Capítulo aparte merece la actuación del colegiado Rubinos Pérez, conocido ya por el aficionado culé por expulsar al debutante Muniesa la temporada pasada y llevarse una de las mayores pañoladas vistas en el Camp Nou. El árbitro no quiso mostrar la segunda tarjeta amarilla a Manu Torres tras una dura entrada en el minuto 41 de la primera parte y terminó enseñándosela a Piqué por protestar la acción, tarjeta que le impedirá estar en el siguiente partido por acumulación. Además, anuló el que hubiera supuesto el tercer gol azulgrana de Ibrahimovic, supuestamente, por falta en ataque del sueco al rematar el balón. No aparece nada en el acta. Aún muchos se preguntan el por qué no subió el tanto al marcador, el juez de línea no levantó la bandera y Rubinos decidió no conceder el gol mientras los azulgrana ya lo estaban celebrando. Inconcebible. Otra mala actuación arbitral que da qué pensar teniendo en cuenta la gran campaña del "villarato" en los medios nacionales. Parece que está dando sus frutos, aunque nadie lo reconozca. Pero el Barça sigue líder, pese a quien le pese.

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