miércoles, 21 de abril de 2010

Aún queda el Camp Nou

No podían haberle salido peor las cosas al Barça en el Giuseppe Meazza. La dolorosa derrota ante el Inter de Mourinho (3-1) en la ida de las semifinales de la Champions no puede hacer más que incentivar a los jugadores para darlo todo en la vuelta en el Camp Nou del próximo miércoles.

El partido empezó de la mejor manera posible para los de Guardiola. Pedro lograba un importante gol en el minuto 19 tras una magnífica jugada de Maxwell. El 0-1 presagiaba una gran noche para los de Guardiola. Nada más lejos de la realidad. Los de Mourinho esperaban atrás con peligrosas jugadas al contraataque. El Barça no estaba cómodo sobre el césped aunque dominaba el juego en el centro del campo y buscaba el peligro por la banda derecha. Obsesionados por no cometer errores que propiciaran la verticalidad de los italianos, se cumplieron los peores presagios cuando Milito, en el 27, daba una asistencia a Sneijder, totalmente solo en el área pequeña, y lograba el empate. El Barcelona tenía muchos problemas cuando no tenía el balón; la velocidad de Milito, Sneijder y Eto'o fue una pesadilla para la zaga culé. Llegó el descanso con el empate en el marcador.

La reanudación del juego en la segunda mitad se vio marcada por un robo de balón con falta sobre Messi que propició un contraataque letal que culminó Maicon tras un centro de Eto'o marcando el 2-1 (minuto 48). Los azulgrana, que habían salido algo descentrados tras el descanso, tenían que reaccionar. Messi y Busquets tuvieron el empate pero Julio César estuvo muy atento y evitó sendas ocasiones. Mucho más letales fueron los italianos que aprovecharon un fuera de juego no señalado de Milito tras pase de Sneijder para anotar el tercer tanto. Quedaban 30 minutos y Guardiola sustituyó a Ibra por Abidal para asegurar la banda derecha y cerrarle el paso a los interistas. Piqué se disfrazó de delantero y todo el equipo se volcó al ataque, aunque sin premio. El colegiado portugués designado por la UEFA para esta semifinal y amigo personal de Mourinho, Olegário Benquerença, no sólo permitió el gol en fuera de juego de Milito, sino que no vio unas manos de Lucio, un claro derribo de Sneijder sobre Alves en el área, a quien amonestó por tratar de engañarle, y uno último sobre Piqué. El Barça luchó hasta el final y mereció el segundo gol que le hubiera facilitado mucho las cosas, pero el partido finalizó con el 3-1 y hará falta una remontada épica el próximo 28 de abril.

En una semana se decidirá si el Barça estará en la final del Bernabéu del 22 de mayo. Sólo una remontada histórica permitiría a los azulgrana luchar por conseguir la segunda Champions consecutiva, algo que aún nadie ha obtenido. Este equipo puede hacerlo, puede lograr una gran victoria en el Camp Nou y regalarle a los aficionados una gran noche. El estadio luchará con ellos. La afición estará a su lado y hará del Camp Nou un verdadero infierno para Mourinho y compañía. No queda otra. Si caen, lo harán dejándose la piel. Si logran el pase, será una noche histórica. Quedan siete días. Confianza absoluta.

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