Tras la reunión de la Junta Directiva para tratar la mejor manera de reaccionar ante el resultado de la moción de censura, ocho directivos, algunos de ellos muy importantes en la estructura de la presidencia de Joan Laporta, han presentado su dimisión.
Albert Vicens, Ferran Soriano, Marc Ingla, Evarist Murtra, Toni Rovira, Xavier Cambra, Clàudia Vives Fierro y Josep Lluís Vilaseca son los ocho que renuncian a su cargo por estar en desacuerdo con la decisión tomada por el presidente de continuar en su puesto. Pese a este grupo de dimisiones, Laporta está legitimado para continuar en el cargo y eso es lo que va a hacer, como mínimo, hasta la próxima asamblea de compromisarios, en la que pondrá su cargo a disposición de los socios. De esta manera, Laporta dejará pasar el tiempo para que se enfríen las cosas y la afición esté más atenta al aspecto deportivo del equipo que a todo el lío de la junta directiva.
De los ocho que han renunciado, hay dos personas que son especialmente notorias: Ferran Soriano y Marc Ingla. El hasta ahora vicepresidente económico, Ferran Soriano, era una de las piezas clave de esta junta; la persona que ha llevado al club a minimizar sus deudas al máximo y le ha sacado gran rendimiento a los éxitos del equipo decide no continuar por coherencia con sus principios, si Laporta no se marcha, él sí. Y además, puede prepararse mejor para presentar su candidatura a las próximas elecciones, se celebren cuando se celebren. Marc Ingla, por su parte, había sido nombrado el sustituo de Sandro Rossel en la viecpresidencia deportiva del club convirtiéndose en una parte importantísima en la estructura del Barça, pero la decisión de Laporta de mantenerse en el cargo tampoco le ha convencido y ha decidido presentar su renuncia.
Laporta se queda sin tres vicepresidentes, el secretario y tres vocales de la junta. Ahora se encuentra al frente de la junto a nueve miembros más, por lo que deberá completar su consejo directivo con cuatro integrantes para llegar a los 14 mínimos que exigen los estatutos del club para que la entidad sea gobernable.
Tendrá que trabajar duro para encontrar a los sustitutos y convencer a la masa azulgrana de que debe terminar su mandato. Los resultados deportivos hasta el día de la asamblea tendrán mucho que ver en el ánimo de los compromisarios. Laporta está en manos de Guardiola y sus pupilos, sólo le queda esperar.
Albert Vicens, Ferran Soriano, Marc Ingla, Evarist Murtra, Toni Rovira, Xavier Cambra, Clàudia Vives Fierro y Josep Lluís Vilaseca son los ocho que renuncian a su cargo por estar en desacuerdo con la decisión tomada por el presidente de continuar en su puesto. Pese a este grupo de dimisiones, Laporta está legitimado para continuar en el cargo y eso es lo que va a hacer, como mínimo, hasta la próxima asamblea de compromisarios, en la que pondrá su cargo a disposición de los socios. De esta manera, Laporta dejará pasar el tiempo para que se enfríen las cosas y la afición esté más atenta al aspecto deportivo del equipo que a todo el lío de la junta directiva.De los ocho que han renunciado, hay dos personas que son especialmente notorias: Ferran Soriano y Marc Ingla. El hasta ahora vicepresidente económico, Ferran Soriano, era una de las piezas clave de esta junta; la persona que ha llevado al club a minimizar sus deudas al máximo y le ha sacado gran rendimiento a los éxitos del equipo decide no continuar por coherencia con sus principios, si Laporta no se marcha, él sí. Y además, puede prepararse mejor para presentar su candidatura a las próximas elecciones, se celebren cuando se celebren. Marc Ingla, por su parte, había sido nombrado el sustituo de Sandro Rossel en la viecpresidencia deportiva del club convirtiéndose en una parte importantísima en la estructura del Barça, pero la decisión de Laporta de mantenerse en el cargo tampoco le ha convencido y ha decidido presentar su renuncia.
Laporta se queda sin tres vicepresidentes, el secretario y tres vocales de la junta. Ahora se encuentra al frente de la junto a nueve miembros más, por lo que deberá completar su consejo directivo con cuatro integrantes para llegar a los 14 mínimos que exigen los estatutos del club para que la entidad sea gobernable.
Tendrá que trabajar duro para encontrar a los sustitutos y convencer a la masa azulgrana de que debe terminar su mandato. Los resultados deportivos hasta el día de la asamblea tendrán mucho que ver en el ánimo de los compromisarios. Laporta está en manos de Guardiola y sus pupilos, sólo le queda esperar.
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