jueves, 24 de julio de 2008

La sonrisa del fútbol

Hace un mes y medio, con la temporada ya terminada, nos reunimos en mi casa cinco personas. Cuatro de los que allí estaban nos consideramos amantes del fútbol desde siempre, a la otra persona, simplemente, le gusta el buen fútbol y sólo mira partidos que le hagan disfrutar. Entre los cafés y las copas, salió el tema entonces no solucionado de Ronaldinho.

Dos defensores a muerte del brasileño frente a dos culés algo decepcionados con el rendimiento de Ronnie los dos últimos años y una quinta persona algo más imparcial. El tema duró rato y rato: que si merecía quedarse por lo que había dado al equipo, que si se tenía que marchar porque había tomado el pelo a la afición, que si la prensa había ayudado (y mucho) a su situación, que si él se había dejado perder, que si era el mejor, que si no lo era, y un larguísimo etcétera. Allí todos sabíamos que el futuro de Ronaldinho estaba lejos del Camp Nou, aunque algunos no quisieran creerlo. Cuando alguien dijo que era mejor empezar a pensar en el próximo año sin Ronaldinho en el Barça, todos (sin excepción) nos quedamos algo tristes. Nos preguntamos por qué pasa siempre lo mismo en este club, por qué la afición es así de dura con aquellos que se lo han dado todo, por qué es así de fría con aquellos que les han hecho disfrutar como nunca, por qué no es capaz de distinguir entre rumores y verdades, por qué no es capaz de agradecer el trabajo bien hecho, por qué no sabe despedir al que ha sido pieza clave en este equipo como debería. Nadie lo entiende, nadie consiguió encontrar la respuesta, pero estábamos convencidos de que había muchos aficionados tristes con el final de Ronaldinho en el Barça, aún había mucha gente convencida de que le queda magia en sus pies y grandes noches de fútbol.

Entonces, ya de madrugada, decidimos ver el vídeo “La sonrisa del fútbol”, ¿se acuerdan? Es un dvd con una larga entrevista a Ronnie que se mezcla con un reportaje de un día en compañía del astro brasileño: su casa, su familia y sus grandes momentos en el terreno de juego. El reportaje se hizo tras ganar la Champions y el brasileño era feliz. En un momento del reportaje aparecieron unas imágenes suyas en las que tocaba en un concierto de unos amigos suyos con una máscara puesta; esa imagen se trataba como un momento de felicidad del jugador, como algo normal, como lo que era. Allí nos dimos cuenta de que esa misma imagen la habíamos visto un montón de veces este último año, pero desde otro punto de vista: ahora se consideraba que la diversión del jugador en esa fiesta era una vergüenza y que no tenía derecho a ello. Era del 2006 y todos la vimos en su momento. Nadie lo criticó por ello, pero dos años después, aquello se utilizó para hundirle más y más frente a la opinión púbica.

Vimos todo el video, se nos hicieron las tantas, pero se nos hizo corto, muy corto, tan corto como la magia, como su sonrisa, como sus jugadas, como su paso por el Barça. Fue extraño, la temporada había terminado, pero ver aquello nos devolvio a todos la sonrisa. Nos convencimos de que Ronnie es especial, para lo bueno y para lo malo, es un jugador único e irrepetible, es mágico y lo seguirá siendo, siempre.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Yo sólo tengo que decir dos cosas: Muchas gracias Ronnie por todo y Boa Sorte! Te queremos!