Vuelve el derbi catalán al Camp Nou en un momento algo delicado para ambos equipos. El Barça necesita puntuar para seguir enganchado a la Liga y, como mínimo, no perder el segundo puesto; el Espanyol, por su parte, espera dar la sorpresa y conseguir una victoria que calme los ánimos del entorno blanquiazul.
Para los azulgrana, este partido puede ser clave para aforntar con mayor o menor optimismo la semifinal de Champions del próximo miércoles ante el Manchester. La mayor dificultad está en la concentración, ya que el encuentro puede parecer un mero trámite antes de la cita europea. Una derrota culé significaría el adiós definitivo a la Liga, la más que posible pérdida del segundo puesto (a la espera de lo que haga el Villarreal ante el Valladolid) y alimentaría el actual pesimismo que rodea al equipo. Vuelve Deco, Messi y tal vez también Iniesta, todos ellos piezas clave para el buen funcionamiento del sistema de Rijkaard.
El Espanyol, tras 4 derrotas consecutivas y sólo nueve puntos en la segunda vuelta, tiene la imperiosa necesidad de demostrar que todo lo que logró en la primera parte de la Liga no fue un espejismo y poner fin a una desastrosa racha liguera.
Ambos equipos se juegan mucho, esperemos que eso se note en el campo. Un derbi siempre es un derbi, por muy mal que estén los dos conjuntos, pero quien salga victorioso del Camp Nou callará muchas bocas, mientras que el perdedor se hundirá un poco más. A ninguno le vale el empate, así que han de jugárselo todo. Es el partido perfecto para darle la vuleta a una situación negativa, veremos quién lo consigue.
Para los azulgrana, este partido puede ser clave para aforntar con mayor o menor optimismo la semifinal de Champions del próximo miércoles ante el Manchester. La mayor dificultad está en la concentración, ya que el encuentro puede parecer un mero trámite antes de la cita europea. Una derrota culé significaría el adiós definitivo a la Liga, la más que posible pérdida del segundo puesto (a la espera de lo que haga el Villarreal ante el Valladolid) y alimentaría el actual pesimismo que rodea al equipo. Vuelve Deco, Messi y tal vez también Iniesta, todos ellos piezas clave para el buen funcionamiento del sistema de Rijkaard.
El Espanyol, tras 4 derrotas consecutivas y sólo nueve puntos en la segunda vuelta, tiene la imperiosa necesidad de demostrar que todo lo que logró en la primera parte de la Liga no fue un espejismo y poner fin a una desastrosa racha liguera.
Ambos equipos se juegan mucho, esperemos que eso se note en el campo. Un derbi siempre es un derbi, por muy mal que estén los dos conjuntos, pero quien salga victorioso del Camp Nou callará muchas bocas, mientras que el perdedor se hundirá un poco más. A ninguno le vale el empate, así que han de jugárselo todo. Es el partido perfecto para darle la vuleta a una situación negativa, veremos quién lo consigue.
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