lunes, 21 de abril de 2008

Tampoco quiso entrar

Ya van dos empates a cero de manera consecutiva en el Camp Nou. Tras el 0-0 ante el Getafe hace dos semanas, en el derbi volvió a hacerse patente la preocupante falta de acierto de los delanteros azulgrana.

El equipo de Rijkaard controló prácticamente los 90 minutos de juego ante un Espanyol que no luchó demasiado por la victoria. El fallo de los delanteros culés ante la portería de Kameni puso de manifiesto que algo no va bien en el Barça. Tuvo la pelota, hizo buenas jugadas pero no supo dar el útimo remate al balón. Con la salida de Messi tras el descanso, el equipo se transformó por unos minutos contagiado por la energía del argentino. Pero ni siquiera así logró el tanto de la victoria. El dato positivo es que tampoco encajó ningún gol.


Cabe destacar la pésima actuación del colegido Pérez Lasa al que, pese a no influir en el resultado final, la afición culé despidió con una amplia pañolada y una sonora pitada. Los malos arbitrajes que se repiten una y otra vez en la Liga Española empiezan a ser ya realmente preocupantes. Son seres humanos que pueden cometer errores, como todos nosotros, pero tampoco hay que esconder el trabajo mal hecho. Es un tema que debería empezar a preocupar, y mucho, a todo el fútbol español.

Con este empate y la victoria del Villarreal ante el Valladolid, el Barça se despide de la Liga y se coloca ya como tercero en la clasificación. A partir de ahora les toca otra lucha: el segundo puesto. Hay que evitar la previa de la Champions como sea.

Y ahora que nombro la Champions, sólo quedan dos días…y Messi está a tope.

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